8.31.2008

AgItAr, aGiTaR...


No fue la primera vez que quise observarle de lejos
Estaba? Digamos que no...
Estuve? Digamos que tampoco.
Corrientes rojas y beige-transparente.
Nadar, tragar y olvidar.
Reojo. Sonrisa. Reojo.
Era ignorar todo.
Al fin el pasado era un bus que me había llevado hasta allí.
No sé si me dormi en el viaje o simplemente vi todo desde la ventana.
El caso es que era parte de todo y de nada a la vez.
Sentía.
No se si era casualidad, pero nunca fue dificil encontrarle dentro de ese paraíso.
Sólo allí. En un lugar disfrazado de marimba.
Sólo allí existía el lazo invisible, nacían las más descabelladas ideas, nada era imposible.
Sólo allí, donde las miradas no se encontraban o pretendían no hacerlo.
Allí era donde la sonrisa era cierta y donde un corazón le gritaba en silencio al otro.
Ellos sonrieron, brindaron por nuestro etílico efímero encuentro.
Nosotros nos pusimos la máscara y caminamos con rumbo a la próxima función.

8.03.2008



Era Agosto y sus muertos
rituales que no pasaban de ser una fantástica idea
la suspensión en alcohol y la basta lucidez que a veces me caracteriza
Agosto y el sabor a pasión y adrenalina
Era un riachuelo demente con pececitos que me mordían las piernas
Era jugar al toro-toro-gil con seres mancos
Era yo desdoblándome
Era yo degustando las patéticas muestras de mercado
Probar la bilis, la ira, la envidia, la mentira y el sexo en un plato de serpientes
Era comprar los lentes oscuros, para cuando llorar fuera un suceso social
Tenía una invitación, palco VIP, y observé como los corazones se desintegraban al sol de esa mirada inquietante.
Nunca pude verle a los ojos. Ni cuando le dije adiós.