7.05.2008

El vaivén



Había tanto que decir, tanto que pensar y tanto que imaginar
Sólo podía ver sus ojos negros creando puentes quebradizos
Y mi sonrisa desafiante que le gritaba que se olvidara de todo
que no era mas que un juego...
Eran días de pláticas sin vacíos
Eran juventudes compartidas, aun en la lejanía
y al fondo siempre algún tema que nos impedia oir lo que gritaban nuestras cabezas.
El presente se me cuela entre los dedos
Necesito esos puentes.