3.18.2007


Trescientossesenta, trescientossesentaycinco, trescientossesentayseis
A quién le importa si al final todos suman un año
De vértigo
De frustraciones
De lecciones duras
Del viaje eterno de la doña
De adaptación a nuevas situaciones
De nuevas caras
De abrir los ojos
De descubrirse bella frente al espejo
De palabras dulces
De palabras amargas
De amigos que vinieron y amigos que se fueron
************De C***********
Del amor
Del desamor
De besos
De abrazos
De adrenalina pura
De brotes de esperanza
De tontería
De ceguera
De envidias
De amarguras
De dolor
**********************************
De nuevas canciones
Del arqueólogo en el extranjero
De sabiduría

Caminando te encontré- dijiste.
Hoy yo sigo caminado, veo a lo lejos aquella estación y te juro que aún me nacen mariposas en el estómago.
Hace unos días se me ocurrió que debería de ser real aquello de “Abre lo ojos”, que debería yo de ir a la clínica a que me borren ese fragmento de tiempo, que me regresen el amor que te di en cada beso, que me regresen los abrazos, y que mi piel ya no se recuerde de tu piel. Que me regresen a julio.
Luego pensé que eso es muy cobarde de mi parte.
Total lo pasado ya pasó.
Abro la puerta, veo el cuarto vacío y las paredes me gritan de todo.
Hasta ellas se contradicen.
Ya viene el tren.
Me llevo mi maleta con los óleos, los libros, el vino, el café, los MP3 exóticos, mi ropa, mis inciensos, mi familia, unos cuantos recuerdos porque mi memoria es muy selectiva, con la gana de irme y con un futuro prometedor.
El problema es que hago con vos. No se si llevarte, dejarte o esperar a ver que se te ocurre a vos.
De cualquier modo yo se que cuando venga el tren me voy a atrasar porque vas a llamar y sé que me vas a decir.
Sé que yo te diré gracias, pensando en lo lindo que sos y tomándome una pastilla de 500 mg para el dolor.
Será que un día podré decirte “Te lo agradezco pero no” como vos hiciste conmigo?....
Ya no quiero escribir de vos, por el momento.
Lo que pasa es que me quiero sacar todo lo que llevo dentro para irme sin remordimientos ni reclamos.
El sábado alguien me dijo que el tiempo se iba a encargar de todo.
Entonces por hoy te digo adiós. Hasta nueva intervención.

Me voy a recobrar el farol que me robaron. Me voy a buscar a “tu princesa”… porque lo único que AUN creo es que con vos o sin vos ella es una princesa.
Gracias por descubrirla.

…….21……..

Amaneciendo a otro ciclo.


P.D.: “Una serie de eventos desafortunado puede ser el comienzo de una aventura”
Lemony Snicket: A series of unfortunate events
Y aquí yo cruzo los dedos.
Gracias miles a los fieles visitantes (ustedes saben quienes son), y gracias también a los nuevos por aventurarse, les dejo un abrazo.









3.11.2007

4-álogo y la ponzoña persistente


DOCTOR: Sepa que estoy hasta la chingada de sus dosis de veneno.
Que me van a hacer bien afirma, que voy a aprender mucho dice, pues no le creo.
He tomado por más de 3 meses dosis descontroladas de dolor, tristeza, TRAICIÓN, desamor y rabia. ¿No le parece suficiente?
Y es que usted se lava las manos, recetándome sorbos de amor, abrazos e ilusiones efímeras; creyendo que eso me va a reponer. Creyendo que esas las encuentro en el mercado. Pues no es así.
C: Recuerda usted que en medio de conversaciones nocturnas yo le contaba de mi miedo a ser fría, de mi miedo a no sentir, de cómo mi corazón era un colador a estas alturas.
Y que yo ya me había acostumbrado y que por eso prefería vivir el día a día sin creer que algo extraordinario me iba a pasar.
Usted siempre contestaba que yo era fantástica y que no merecía conocer el dolor en ninguna de sus facetas.
M: me moje siempre con las lágrimas de él, recordándole lo fantástico que era, que no merecía dolor alguno, que me maravillaba su magia que en tan poco tiempo me hizo conocer.
Creo que aquel día debimos haber sido los dos, y no solo usted, los etilizados.
Usted dijo lo que dijo, y yo debí haberle contestado que estaba usted muy ebrio y que sus conjeturas no tenían sentido alguno, que fuera a dormir que venía otro día. Pero no lo hice.
Serpiente: Ayer me dijo en medio de carcajadas estruendosas que el beso que le plantó a C nunca le importó. Que ya ni se acordaba de eso. Que pobre de mí por creer en él, que no entendía porque yo creí en el cuento de hadas, que yo era tan ESTÚPIDA, que la amistad que ella me daba era más importante que él, que al fin de al cabo el “cariño” que el me tenía nunca fue sincero porque total el también respondió a ese beso. Y que como el era hombre, eso estaba justificado. Que ella me hizo un favor porque de plano y no era el indicado para mi. Con sarcasmo me dijo que sí, ella era la mala, que ella lo acorraló, que ella se le echo encima, y que había actuado con ímpetu; pero que creyó que C ya no estaba conmigo.
DOCTOR: Y yo se lo advertí. No me iba a arriesgar por nada. Si las cosas no salían bien, usted no se la iba a acabar. Lo logró. He Llorado lo que he podido. El dolor ya no se manifiesta en lágrimas, ahora se manifiesta en mi interior con la gastritis y el dolor de cabeza. Con la mirada perdida que cargo todo el tiempo. Con el jodido miedo que tengo de sonreír. Con cada cosa bella que me dicen a la que respondo “gracias, que lindo” pero no me lo puedo creer. Con la sensación otra vez de que la soledad tiene una fijación oscura conmigo.
C: Que decir de usted. A usted no le reclamo más que el haberse llevado mis sonrisas con usted. El haberme dicho que no quería hacerme daño y a mordiscos haber acabado con mi orgullo. Al grado de regresar y decirle si usted creía que las cosas podían ser diferentes. Usted sólo respondió que no estaba listo, que no había tiempo.
M en silencio pensó: Y cuando hubo tiempo, no fue por eso que todo acabo?.
C con varias copas: No hay remedio, a mí no me gusta que sea la soledad la que me acompañe. No se que hacer. Estoy triste.
M: Sólo silencio. Sólo pasadizos. Nunca decir que lo quiero. Que no logro borrar nada. Que aún tengo mariposas en el estomago. Pero que hay odio y es contra mí por creerle Que me llené la boca de amargos sabores. Que aprendí que las palabras “te quiero” se deben usar en ocasiones apropiadas y limitadas (ahora entiende usted porque no todo el tiempo las oía de mi boca). Que la serpiente me hizo un gran favor al cambiar de piel para que yo me diera cuenta de quien era en realidad.
Que no se que voy a hacer conmigo. Tengo 10 días para renovarme. Usted sabe que hago 2 borrones y cuenta nueva cada año. Y que no tengo ni la más mínima idea de que hacer con todo lo que tengo en la cabeza. No se donde ponerlo a usted y a todo lo que trae cargando. A ella la deseché en el basurero de los momentos malos que he tenido (que ya se está rebalsando). Pero con usted no sé que hacer.
Estoy cansada de despertar hoy feliz y mañana triste. De no dejar impresionarme y de ser tan escéptica. De regresar a donde estuve. Del miedo a que usted encuentre alguien más, que me lo diga y eso me recuerde día a día que nos jugaron la vuelta.
No, al cáncer de la soledad no lo quiero aquí.
No me gusta tapar clavos con más clavos.

Por lo pronto, aquí se oscureció otra vez.

Y sólo alcanzo ver a la princesa escaparse con las veladoras.

3.04.2007



Quien rie de ultimo?



Una introspección inducida por falta de motivos o exceso de los mismos.
Despertó del efecto fascinante y embrujante del misticismo etéreo de su esencia.
Vio que no la veía, oyó que ya no la oía, sintió que ya no la sentía.
La señorita soledad le abrazó con mayor afecto que de costumbre lo cual le provocó asco.
Cuando caminaba, a ella le cayó una gota del cielo.
Reconoció su grito en el horizonte y todo se nubló.
Secuestró las luciérnagas, los detalles y las lunas que algún día compartieron. Será que eso provocó su dolor? Será por eso que él ya no ríe?
Se le acabaron los disfraces, los papeles y las máscaras.
Extrañará él el universo que crearon de la nada, como otra excusa para sonreír?
El no sabe pero el universo aún gira con el ímpetu de la fuerza oculta, con el motor de emociones que queden fuera de control mental.
A ella se le acabaron las telarañas en la cabeza, el dolor le punza aún pero a veces es masoquismo, sabe bien que por mucho que lo niegue, ella no domina a la caja roja y aunque el candado está cerrado, las llaves las olvidó………………………


en su boca